Responsabilidad personal
Cada presbítero enmarca su experiencia de formación en Roma en las coordenadas específicas del llamado y la misión, pues ésta se origina en el discernimiento evangélico y eclesial y considera tanto las capacidades y disponibilidad del sujeto como las necesidades de la Iglesia. Por ello, es necesario acompañarle y animarlo para que se mantenga fiel a la misión que se le confió.
(Lineamientos de Formación, No. 32)