La ubicación del Colegio Mexicano en Roma favorece: el contacto con la Iglesia de Roma llamada a presidir en la caridad y a promover la comunión entre todas las demás Iglesias; la cercanía a la persona y a la misión del Santo Padre, en el ejercicio de su ministerio de guía y solicitud por todas las Iglesias y por el mundo; la experiencia de la universalidad de la Iglesia